Esta práctica se define como una serie de procedimientos quirúrgicos para resolver problemas funcionales o estéticos de la región genital femenina. El objetivo principal es reparar los daños vaginales como consecuencia de cirugías previas y malos resultados estéticos, así como también partos, cicatrices de episiotomías, deformaciones, asimetrías, envejecimiento y patologías que puedan lesionar o alterar la anatomía vaginal y/o vulvar.
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